sábado, 7 de marzo de 2015

PERIOSTITIS TIBIAL


¿Que es la periostitis tibial?

Es una lesión muy común entre deportistas, afectando sobre todo a los corredores de fondo. Como su nombre indica es la inflamación del periostio de la tibia. El periostio es la membrana externa que recubre los huesos y envuelve los vasos sanguíneos y los nervios y por ello es un tejido con gran sensibilidad.

La periostitis tibial es una patología que cursa con una inflamación aguda o crónica del periostio que recubre la tibia. Provoca una sensación de quemazón en la parte anterior de la tibia.

Definida como una patología que cursa con dolor en la parte anterior e interna de la tibia, producido por una inflamación de la membrana que recubre el hueso de la tibia, también llamado periostio. Esta membrana está compuesta por una capa externa de tejido conectivo, que es vascular, fibroso y resistente y se encarga de nutrir al hueso; y una capa interna que se encarga de renovar la estructura ósea. La inflamación del periostio ocurre habitualmente entre los 2 y los 15 cm por encima del maléolo interno, en la cara antero-interna de la tibia y en la mitad de los casos afecta de forma bilateral a ambas piernas. Esta es la explicación clásica de que es la periostitis, aunque hoy día se ha visto que no siempre hay una inflamación del periostio y que en el caso de sentir ese “quemazón” en la parte anterior de la tibia y ser diagnosticado de periostitis puede haber varias patologías asociadas con la sintomatología típica de la periostitis.



CAUSAS

Las causas principales de la inflamación del periostio o cualquiera de las patologías que provocan este dolor típico en los corredores son un esfuerzo excesivo durante un largo período de tiempo, un cambio brusco en el entrenamiento, cambios de terreno o problemas con el calzado.

Los excesivos impactos del pie con el suelo causan vibraciones, estas vibraciones unidas a las tracciones de la musculatura rígida en su inserción y los apoyos incorrectos provocan traumatismos repetidos sobre la cara anterior de la tibia, sobre su periostio, y esto favorece la aparición de la periostitis. Otra causa puede ser la excesiva rotación de la cadera, lo que provoque una torsión tibial externa aumentada con un pie hiperpronado o con excesiva eversión del talón, valgo del retropié.

Estos factores aislados o unidos pueden provocar, además, una sobrecarga de los músculos de la pantorrilla, principalmente el tibial posterior.

TRATAMIENTO

Lo primero que se debe tratar es esta sobrecarga de la musculatura que suele ir asociada o en ocasiones, incluso, es la causante del dolor. Eliminar el factor desencadenante del problema debe ser prioritario; como sería corregir el mal apoyo del pie mediante un análisis mecánico de la pisada para definir la necesidad del uso de plantillas, disminuir la carga de entrenamiento, cambiar de calzado o cambiar el terreno por el que se entrene.

En el tratamiento fisioterápico clásico se ha destacado, además del reposo y medidas analgésicas y antiinflamatorias, el uso de la crioterapia o hielo, iontoforesis antiinflamatoria y ultrasonidos con un gel en período crónico o subagudo, láser, correcciones ortopédicas y reanudación de la actividad de forma progresiva y controlada.





No hay comentarios:

Publicar un comentario